EL FUTURO DE LA LOPD: BIG DATA

21/04/2015

Big Data

Imagínese que se encuentra usted aburrido en casa y empieza a navegar por internet. Curiosea los precios de unos libros que tiene ganas de leer, luego entra en algunos blogs sobre golf, su pasión predilecta, para terminar buscando una buena oferta para el viaje de vacaciones: no se extrañe de que en los próximos días la publicidad que le salga en su navegación (ventanas emergentes y demás), así como el correo electrónico spam se encuentre cada vez más personalizado respecto a sus gustos: internet ha monitorizado sus búsquedas y las empresas han llegado a sus propias conclusiones acerca de cómo tentarle con nuevas ofertas: se trata de una aplicación (quizá una de las más inocentes) del Big Data, un concepto sobre el que se va a hablar mucho en los próximos años.

El filósofo Byung-Chul Han lo expresa de manera clara en su magnífico ensayo En el enjambre:

“Cada clic que hago queda almacenado. Cada paso que doy puede rastrearse hacia atrás. En todas partes dejamos huellas digitales. Nuestra vida digital se reproduce exactamente en la red. La posibilidad de una protocolización total de la vida suplanta enteramente la confianza por el control. En lugar del Big Brother aparecen los big data (grandes datos). La protocolización total, sin lagunas, de la vida consuma la sociedad de la transparencia.”

Existen realidades hoy en día que parecen sacadas de la literatura de ciencia ficción: Acxiom es una empresa que posee datos personales de 300 millones de ciudadanos, prácticamente todo Estados Unidos. Sabe más que el FBI. Es como un servicio secreto que se vende a quien esté dispuesto a contratar sus servicios. ¿Qué pasará cuando los algoritmos del Big Data sean capaces de predecir tendencias sociales o actos individuales? ¿Existirá la justicia preventiva, como en Minority Report de Steven Spielberg?

Como es lógico, todos estos datos pueden ser usados de las más diversas maneras: para mejorar la política sanitaria de un país o para penetrar en la más estricta intimidad de los ciudadanos. Lo que es indudable es que el Big Data es un fenómeno que ha llegado para quedarse. De su regulación jurídica y de la calidad ética de su utilización depende en gran parte el futuro de nuestro derecho a la intimidad. Las empresas que se especializan en el asesoramiento de la LOPD tendrán mucho que decir al respecto.

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