BENEFICIOS EMPRESARIALES DE LA PROTECCION DE DATOS

Forma parte de nuestra cultura, que la mayoría de webs y de aplicaciones a las que accedemos sean gratis. (Google, Facebook, etc.) Sin embargo, su mantenimiento exige personal y fuertes inversiones. ¿Dónde está el negocio? La respuesta sólo es una: en los datos que facilitamos.

Los datos en Internet no paran de crecer: Google recibe 3.500 millones de consultas al día. Cada día se suben más de 350 millones de fotografías, e innumerables datos sobre nuestra vida están subiendo cada segundo. También ha crecido la capacidad de los ordenadores para procesar estos datos, y así conocer lo que nos interesa, nuestras tendencias de consumo, etc.  Para las compañías de este sector los datos personales son el nuevo “oro del siglo XXI”. El big data moverá más de 60.000 millones de euros en 2020.

Lo que a priori parece positivo, puede convertirse en una pesadilla para el ciudadano, acosado por el martilleo de estas compañías e incluso por su uso ilegítimo. La normativa de protección de datos trata de establecer barreras (con variable eficacia) en esta jungla. El ciudadano debe tener información sobre el uso de los datos que facilita, y su posible cesión a terceros. Su posibilidad de modificarlos, anularlos, etc.

La Agencia de Protección de datos es el organismo garante. Pero su función de vigilancia y eventual sanción, debe de completarse con la labor ejercida por profesionales en la materia. Y es que cuando el ciudadano se convierte en cliente, se incorpora al mundo de la empresa. El Reglamento europeo de protección de datos que será de aplicación a partir del 25 de mayo de 2018, señala la necesidad de incorporar la protección de datos a la cultura empresarial, constituido como un activo empresarial vital.  La labor de empresas consultoras como Datagestión es la concienciación en este campo, manteniendo que la inversión en la materia, será generadora en el futuro de beneficios empresariales.